Declaración ante el juez el 15 de noviembre de 2013.
Fuente: freejeremy.net
"Buenos dias. Gracias por esta oportunidad. Mi nombre es Jeremy Hammond y estoy aqui para oir la sentencia por mis actividades como hacker durante cierto periodo de involucración en Anonymous. Llevo encerrado en el Metropolitan Correctional Center los últimos 20 meses y he tenido mucho tiempo para pensar la forma de explicar mis acciones."
"Antes de empezar quiero dedicar un momento para agradecer el trabajo de la gente que me ha apoyado. Quiero dar gracias a todos los abogados y otras personas que han trabajado en mi caso: Elizabeth Fink, Susan Kellman, Sarah Kunstler, Emily Kunstler, Margaret Kunstler, and Grainne O’Neill. También quiero dar gracias al Gremio Nacional de Abogados, the Jeremy Hammond Defense Committee and Support Network, Free Anons, the Anonymous Solidarity Network, Anarchist Black Cross y tantos otros que me han ayudado enviandome cartas, acudiendo a mis citaciones y dando publicidad al caso. También quiero lanzar un grito por mis hermanos y hermanas que estan en prisión y a los que estan ahí todavía luchando contra el poder.
Los actos de desobediencia civil y acción directa por los que hoy seré sentenciado estan alineados con los principios de comunidad e igualdad que han guiado mi vida. He hackeado docenas de empresas de alto nivel e instituciones gubernamentales con pleno conocimiento de que lo que hacía estaba en contra de la ley, y que mis acciones podrian llevarme de vuelta a una prisión federal. Pero sentí la obligación de usar mis habilidades para exponer y enfrentarme a la injusticia -y llevar la verdad a la luz.
¿Podría haber conseguido los mismos objetivos con medios legales? He probado de todo, desde peticiones de votos a protestas pacíficas y me he encontrado con que los poderosos no quieren que se exponga la verdad. Cuando hablamos la verdad al poder somos ignorados en el mejor de los casos o brutalmente reprimidos en el peor. Nos enfrentamos a una estructura de poder que no respeta sus propios sistemas de control, por no hablar de los derechos de sus propios ciudadanos o de la comunidad internacional. Entré en la política cuando George W. Bush robó las elecciones presidenciales en 2000, aprovechándose luego de las olas de racismo y patriotismo tras el 11S para iniciar guerras imperialistas no provocadas en Iraq y Afganistan. Salí a las calles para protestar creyendo ingenuamente que nuestras voces se oirían en Washington y que pararíamos la guerra. En cambio nos llamaron traidores, nos golpearon y nos arrestaron.
Me han arrestado en numerosas ocasiones en las calles de Chicago en actos de desobediencia civil, pero no use mis conocimientos informáticos para transgredir la ley como protesta política hasta 2005. El FBI me arrestó por hackear sistemas informaticos del grupo pro bélico de derechas Protest Warrior, una organización que vendía camisetas racistas y acosaba a grupos anti bélicos. Me condenaron con la Ley de Fraude y Abuso Informatico y calcularon la “pérdida intencionada” multiplicando las 5000 tarjetas de credito de la base de datos de Protest Warrior por 500 dolares, total 2.5 millones de dólares. Mi condena fue calculada en base a esta “pérdida”, cuando ninguna tarjeta de credito fue usada o distribuida, por mi o cualquier otra persona. Me condenaron a dos años de prisión.
En la prisión he podido comprobar la asquerosa realidad del sistema de justicia criminal, destrozando vidas de millones de personas cautivas entre muros. La experiencia solidificó mi oposición a formas represivas de poder y la importancia de ponerse en pie por lo que crees.
Cuando me soltaron, estaba ansioso por continuar mi participación en luchas por el cambio social. No quería volver a prisión asi que me centré en la organización del barrio. Pero con el tiempo las limitaciones de la protesta pacífica llegaron a frustrarme, considerándola reformista e ineficiente. La administración de Obama continuó la guerra en Iraq y Afgansitan, potenció el uso de drones y no pudo cerrar Guantánamo.
Por entonces seguía el trabajo de grupos como Wikileaks y Anonymous. Fue muy emocionante ver florecer las ideas del hacktivismo. Me emocionó especialmente la acción heróica de Chelsea Manning, que expuso las atrocidades cometidas por las fuerzas estadounidenses en Iraq y Afganistan. Asumió un riesgo personal enorme filtrando esa información, creyendo que el público tenía derecho a conocerla y con la esperanza de que su publicación contribuiría al fin de los abusos. Su cruel tratamiento en una prisión militar encoje el corazón.
He pensado mucho sobre elegir de nuevo este camino. Tenia que preguntarme, si Chelsea Manning cayo en el abismo de la prisión luchando por la verdad, ¿podria yo hacer menos con la conciencia tranquila? ¿sería capaz? Pensé que la mejor manera de demostrar solidaridad era seguir enfrentandome, exponiendo la corrupción.
Me dirigí a Anonymous porque creo en la accion directa descentralizada y autónoma. Por entonces Anonymous estaba involucrada en operaciones de apoyo a la Primavera Arabe, contra la censura y defendiendo a Wikileaks. Contribuí bastante, con técnicas informaticas y maneras de articular ideas y objetivos. Fue un momento muy emocionante, el nacimiento de un movimiento de disidencia digital, donde se moldeaban definiciones y capacidades del hacktivismo.
Hector Xavier Monsegur - alias "Sabu" V de Vendido |
Anonymous tambien estuvo involucrado en las primeras fases de Occupy Wall Street. Yo participaba a menudo en las calles como parte de Occupy Chicago y estaba muy animado al ver un movimiento global contra las injusticias del capitalismo y el racismo. En pocos meses, las “ocupaciones” terminaron, cerradas por la policia con arrestos masivos de manifestantes, a quienes echaron a patadas de sus parques públicos. La represión de Anonymous y el Movimiento Occupy marcaron el tono de AntiSec en los meses sucesivos -la mayoría de nuestros hackeos contra la policía fueron en respuesta a los arrestos de nuestros camaradas.
Me dirigí a sistemas policiales por el racismo y la desigualdad con que se aplica la ley criminal. Me dirigí a fabricantes y distribuidores de equipos militares y policiales que se lucran con armamento que usan para avanzar sus intereses políticos y económicos en el extranjero y reprimir a la gente en nuestro pais. Me dirigí a empresas de seguridad informática porque trabajan en secreto para proteger intereses del gobierno y las empresas a expensas de derechos individuales, debilitando y desacreditando a activistas, periodistas y otros buscadores de la verdad, esparciendo desinformación.
No sabía nada de Stratford hasta que Sabu me habló de ello. Sabu animaba a la gente a invadir sistemas y ayudaba a elaborar estrategias para facilitar los ataques. Incluso me indicó vulnerabilidades de objetivos que le pasaban otros hackers, por eso fue una gran sorpresa cuando supe que Sabu había estado trabajando para el FBI todo el tiempo.
El 4 de diciembre de 2011, otro hacker que habia conseguido entrar en la base de datos de tarjetas de crédito de Stratford se puso en contacto con Sabu. Sabu, bajo la atenta mirada de su manipuladores gubernamentales, introdujo el exploit en AntiSec al invitar a este hacker a nuestro chat privado, donde proporcionó enlaces a la base de datos completa, así como la vulnerabilidad inicial para acceder a los sistemas de Stratfor
Estuve un tiempo investigando Stratfor y revisando la información que nos pasaron, y decidí que sus actividades y base de clientes les convertían en un digno objetivo. Encontré bastante irónico que las trajetas de crédito de esta bollante y poderosa base de clientes se utilizasen para hacer donaciones a organizaciones humanitarias, pero mi principal función en este ataque consistía en hacerme con los depósitos de correspondencia electrónica, que es donde tipicamente se encuentran los trapos sucios.
Necesité más de una semana para conseguir acceso a los sistemas internos de Stratfor. Finalmente entré en su servidor de correo. Había tanta información que necesitamos varios de nuestros servidores para transferir todos los emails. Sabu, que estaba involucrado en cada paso de la operación, ofreció un servidor, monitorizado por el FBI. Transferimos los emails durante la semana siguiente, se usaron las tarjetas de crédito para hacer donaciones y los sistemas de Stratfor fueron desenmascarados y destruidos. La razón por la que el FBI introdujo al hacker que introdujo la vulnerabilidad que permitió este ataque permanece siendo un misterio.
Como resultado de esta operación en Stratfor ahora se conocen algunos peligros de la industria desregulada de servicios de inteligencia privados. Wikileaks y otros periodistas alrededor del mundo han revelado que Stratfor mantenía una red mundial de informantes que usaban en actividades de vigilancia intrusivas y posiblemente ilegales para grandes empresas multinacionales. Después de Stratfor seguí entrando en diferentes objetivos con potentes exploits de dia cero, dándome aceso de administardor a sistemas que ejecutan Plesk, una plataforma de alojamiento web. Sabu me pidió a menudo acceso a esta herramienta, pero me negué a entregarla. Sin su propio acceso independiente, Sabu continuó entregandome listas de objetivos vulnerables. Me introduje en varias de las webs que me indicó, transferí cuentas de correo y bases de datos robadas a su servidor del FBI y entregué contraseñas y puertas traseras que le permitían (a él y sus manipuladores) controlar estos objetivos.
Estas intrusiones, todas las cuales fueron sugerias por Sabu mientras cooperaba con el FBI, afectaban a miles de dominios, en su mayoría webs de gobiernos extranjeros, inlcuidos xxx xxx xxx xxx xxx xxx xx. En una ocasión Sabu y yo dimos acceso a hackers que luego entraron para desenmascarar y destruir muchas webs del gobierno en xxxxx. No sé cómo otra información que le di ha podido ser utilizada, pero creo que el uso del gobierno de esta información necesita ser investigada. El gobierno celebra mi condena y encarcelamiento con la esperanza de cerrar la puerta a la historia completa. Yo he aceptado la responsabilidad por mis acciones, pero ¿cuándo se pedirá responsabilidad al gobierno por sus crímenes?
Estados Unidos denuncia la amenaza de los hackers para justificar la multibillonaria industria de la ciberseguridad, pero también es responsable de la misma conducta que persigue tan agresivamente y que dice trabajar para prevenir. La hipocresía de “la ley y el orden” y las injusticias causadas por el capitalismo no se pueden curar con reformas institucionales sino con desobediencia civil y acción directa. Sí, transgredí la ley, pero creo que a veces es necesario para generar cambios.
En palabras inmortales de Frederick Douglas, “El poder no concede nada sin una demanda. Nunca lo hizo y nunca lo hará. Encuentra aquello a lo que la gente se rendirá facilmente y habrás encontrado la exacta medida de la injustica y el mal a la que se les someterá, y estas continuarán hasta que se las resista con palabras o con palos, o ambos. Los límites de los tiranos estan prescritos en la resistencia de aquellos a quienes oprimen.”
Esto no quiere decir que no tenga remordimientos. Me doy cuenta de que he publicado información personal de gente inocente que no tenía nada que ver con las operaciones e instituciones que atacaba. Pido perdón por revelar datos dañinos a individuos e irrelevantes a mis objetivos.
Creo en el derecho individual a la privacidad, ante la vigilancia gubernamental y la de actores como yo, y me doy cuenta de la ironía al pisotear este derecho. Mi compromiso es la construción de un mundo mejor para todos. Todavía creo en la importancia del hacktivismo como forma de desobediencia civil, pero para mi ha llegado la hora de buscar el cambio de otro modo. El tiempo que pasé en prision ha pesado en mi familia, mis amigos y mi comunidad. Me necesitan en casa. Soy consciente de que hace siete años estuve frente a otro juez federal con cargos similares, pero esto no quita sinceridad a lo que le digo hoy a usted.
Me llevó mucho tiempo escribir esto, explicar mis acciones, sabiendo que, honestamente, podria suponer más años de prision. Soy consciente de que podría caerme un máximo de 10 años, pero espero que no, ya que hay tanto trabajo por hacer.
Fuerza y sigue luchando!"
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