domingo, 16 de junio de 2013
"La Estomagante Respuesta a Snowden" de Kirsten Powers en The Daily Beast
"Es terrible oir cómo los burócratas de Washington y sus aliados mediáticos desprecian a Snowden y le llaman traidor cuando son nuestros líderes y la NSA quienes nos han traicionado."
"The Sickening Snowden Backlash" > The Daily Beast 14 junio 2013 - Traducción: Sixto López
Kirsten Powers sirivió en la administración Clinton de 1993 a 1998. Sus escritos se publican en Wall Street Journal, USA Today, New York Post, The New York Observer, Salon, Elle y American Prospect.
"Desde que Snowden salió a la luz y se identificó como la fuente de las filtaciones de la Agencia para la Seguridad Nacional, #NSA, los mandarines de Washington DC han trabajado a deshoras para desacreditar al hombre que muchos ven como un héroe por revelar información crucial que el gobierno, incorrectamente, mantenía en secreto. Al parecer, si piensas que está mal ocultar que se espía a ciudadanos estadounidenses, vas por mal camino.
El problema real es que Snowden no entendía que su papel consistiera en callarse y sentarse ante el fisgoneo de ciudadanos privados mientras "los mejores y mas brillantes" mantienen a los estadounidenses en la oscuridad.
Al negarse a adoptar este rol, Snowden ha sido llamado "traidor" por el Líder de la Mayoría de la Cámara John Boehner. La Senadora Dianne Feinstein dijo que la filtración es un "acto de traición". La furia de los protectores del statu quo es tan grande que tienes al veterano columnista del Washington Post, Richard Cohen, calumniando a Snowden llamándole "Caperucita travesti". David Brooks del New York Times lamenta que Snowden, que puso su vida en peligro por el bien común, sea tan "individualista". Parece ser que no fue suficientemente adoctrinado para adorar ciegamente las instituciones del statu quo que rutinariamente nos fallan. Brooks argumentaba que "para que la sociedad funcione bien, debe haber niveles básicos de confianza y cooperación, un respeto por las instituciones y deferencia a procedimientos comunes."
Esto está al revés. Son las instituciones las que necesitan demostrar respeto al público que se supone que sirve. Si Snowden o cualquier otro estadounidense es escéptico del poder institucional, no es debido a un defecto personal. La falta de respeto es consecuencia del mal comportamiento de las instituciones, comportamiento que ha minado la confianza que había sobre ellas. Segun la encuesta Gallup de "confienza en las instituciones", la confianza nunca ha estado más baja, con el Congreso en un 13% en 2012. Efectivamente, este es el mismo congreso que "supervisa" los programas de espionaje del gobierno.
Cuando una institución (el establishment mediático de Washington) hace equipo con otra (el gobierno estadounidense) para despedazar a un fuente [whistleblower], no es dificil entender por qué los estadounidenses pueden estar hartos. Jeffrey Toobin de The New Yorker escribió que Snowden "es un grandioso narcisista que merece estar en prisión". Lawrence O'Donnell se quejaba de la ingenuidad y grado de madurez de Snowden, como si sólo un niño pudiese pensar que el gobierno debería ser mas transparente con sus actividades. Roger Simon de Politico llamó a Snowden "el holgazán que vino del frío" con "calificaciones para optar a verdulero". Que la gente se sienta cómoda despreciando a los verduleros -un trabajo respetable- y considerar los años de Snowden como guarda de seguridad como vaguería dice mucho de la cultura de la capital de la nación, no?
¡Pero si no terminó el colegio! De hecho, Snowden ganó un diploma de equivalencia general (GED), pero eso no ha parado a los detractores que escupen esta acusación como un epíteto. En el show de David Letterman, Tom Brokaw llamó a Snowden "desertor escolar y fracaso militar". El martes la senadora Susan Collins se rió de este hombre de 29 años como "un desertor escolar con poca madurez y que nunca ha terminado nada de lo que ha empezado." Claro, si hubierta ido a Harvard o Yale como nuestros últimos cuatro presidentes, que hicieron un trabajo bárbaro llevando el país. Por cierto, según Glenn Greenwald, Snowden estuvo contratado durante cuatro años en la NSA, lo que indica cierto grado de conocimiento especializado.
Que la linea de defensa principal sea un ataque a Snowden por no poseer las debidas credenciales para hablar públicamente contra el gobierno dice algo de la falta de argumentación para mantener en secreto los programas de espionaje.
Al parecer se espera que respetemos tanto a las instituciones que no necesitemos información sobre cómo funcionan, incluso cuando se trata de nuestras comunicaciones privadas. Solo gracias a Snowden sabemos que nuestro gobierno está almacenando registros de datos telefónicos que pueden ser rastreados sabe Dios hasta cuando.El mismo gobierno optó por no procesar a algunos de sus trabajadores que destruyeron registros de interrogatorios que podrían haber implicado al gobierno en un fraude del ley. ¿Les parece bien esto?
El Director de Inteligencia Nacional James Clapper mintió descaradamente al congreso sobre la actividad de la NSA, y parece que no hay consecuencias. Aun así el establishment de Washington quiere meter en la carcel a Snowden y tirar la llave por decir la verdad. se nos dice que debemos respetar ciegamente a un institución que persigue a las fuentes por filtraciones de informacion gubernamental sobreclasificada mientras vemos a la administrracion Obama filtrar informacion secreta del gobierno para agrandar al presidente durante su campaña de reelección. Entoces por favor digannos mas sobre cómo podríamos tener mas respeto por nuestras instituciones.
Apoyemos o no los programas de espionaje de la NSA, Snowden ha hecho un servicio público exponiéndolos e iniciando un debate sobre la vigilancia del gobierno que incluso el presidente dice bienvenir. No hay razón para que la mera existencia de los programas haya sido clasificada por la Mas Transparente Administración de la Historia. La afirmación de que los terroristas han sido advertidos por estas revelaciones no es creíble. Nadie cree seriamente que hasta ahora los terroristas no sabían que el gobierno estadounidense esta vigilando sus emails y llamadas. El senador John Tester (D-MT) dijo ayer a MSNBC: "No veo cómo [las filtraciones de Snowden] comprometen la seguridad de este pais"
En su libro de 2003 "Por qué las Sociedades Necesitan Disentir", el profesor liberal de derecho Cass Sunstein escribió que, en la sociedad, "un solo disidente o voz juiciosa es probable que tenga un impacto enorme". Pero el problema con los disidentes es que "tienen muy pocos incentivos para hablar, porque ganarían poco al disentir" y de hecho podrían ser castigados.
Snowden sabía esto y aun así hizo lo que hizo. Él entiende claramente algo que los que gritan "traidor" no entienden: la lealtad que tenemos los estadounidenses es con la Constitución, no con la institución del gobierno. Snowden lo resumió mejor cuando dijo a un periodista del South China Morning esta semana: "No soy un traidor ni un héroe. Soy un americano."
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